Estamos en unos momentos es que se
constata fácilmente las muchas necesidades que existen en nuestros barrios. Cada
vez son más las personas y familias que no tienen más remedio que acudir a
servicios sociales para subsistir por falta de recursos económicos. Es evidente
que se nos plantean dudas a la hora de intervenir en un tema tan complejo como este.
Pero me reafirmo en un aspecto fundamental, “no es una cuestión de caridad sino de
derechos ciudadanos”.
También es cierto que hay un incremento
de personas que queremos intervenir desde la sociedad civil en este tema, pero
como decía anteriormente, con muchas dudas de cómo hacerlo. Para ello
necesitamos poder hacer una mínima
radiografía de las posibilidades, consultar con personas que cuentan con
una mayor experiencia en estos temas y no precipitarnos. Por ello creo muy necesarias las jornadas que
se están organizando desde “9 Barris
Cabrejada” en la comisión de
pobreza.
Ante el bloqueo y saturación de los
servicios sociales hay que dinamizar y rescatar a las personas. Debemos ser una
marea ciudadana reclamando a la administración cambios de políticas y
soluciones a estos problemas, ya que la crisis tiene responsables concretos.
Quizás es necesario en primer lugar priorizar
a las personas más desprotegidas como son los niños y la gente mayor. Hay datos
objetivos como el descenso de niños que utilizan las becas comedor. De ahí la importancia de conectar con educadores,
“ampas” y “casals d’avis”.
Podemos dinamizar iniciativas sociales, a
través de la economía social, como comedores populares y potenciar el modelo
cooperativo (trabajo, asistencia, consumo, etc.) que posibiliten la participación
de la población, ya sea realizando algún tipo de actividad, o con alguna
aportación económica.
¿Nos arremangamos?
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