Tras el acuerdo entre la dirección y los trabajadores de ALSTOM, me quedan algunos regustos, olores varios y algunas preocupaciones.
Un regusto a servilismo y miseria, es el que se desprende de la actitud de la administración catalana y la seva conselleria de treball. Ya no sólo han demostrado no ser capaces de defender los puestos de trabajo, ni la industria del ferrocaril en Catalunya. Es más, han estado presionando con amenazas con la resolución de despidos injustificados, poniendose al servicio de los intereses de la multinacional, que no son otros que los del capitalismo neocolonial, que sólo contemplan el enriquecimiento a corto plazo y sin ningún escrupulo.
También ha quedado claro que es inhumano mantener una negociación de 25 horas sin interrupción, que pretenden? el acuerdo por desfallecimiento? donde queda la ética de la mediacion? Necesitan un código deontológico para los mediadores.
El otro hedor pestilento es el de la dirección de la empresa, con muy poca credibilidad ni garantias de que cumplan lo acordado, utilizando el sadismo como política de recursos humanos. Y lo más preocupante, la amenaza constante del cierre de la fábrica con desprecio y prepotencia.
Por otro lado, el buen sabor del compañerismo y el compromiso en las movilizaciones demuestra la fuerza con la que contamos los trabajadores. Si a eso le sumamos la fortaleza en las convicciones de los miembros del Comite de Empresa y su perseverancia, tenemos la explicación de como se puede llegar a transformar 390 despidos a 20 dias por año en un acuerdo de reducción de plantilla, con una serie de medidas dignas y mayoritariamente no traumáticas.
En otro nivel de reflexión, pienso en lo enriquecedor que ha sido un proceso como éste para todos, pero especialmente para los miembros más jóvenes del comité y de la plantilla.
No quiero dejarme en este potage de ideas, una mención especial a Emilio Penado, que ha demostrado una vez más, llevar el sindicalismo a flor de piel, tanto en la calle como en los despachos, como dicen ahora esos jóvenes, "un máquina".
Lo cierto es que este expediente, no ha sido ni el primero ni seguramente, será el último. Pero si que ha tenido unas connotaciones especiales, por la coyuntura económica y política y por la perversión en los plazos de consulta y negociación. Nos debe servir para adquirir experiencia y seguir desarrollando un sindicalismo con respuestas, propuestas y participativo.
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