La física ha ido derivando hacia nuevas teorías cuánticas para demostrar: que la luz y la materia pueden comportarse igual, ya que en su expresión más mínima,"los quants", tienen propiedades ondulatorias y/o materiales, dependiendo de las probabilidades.
¿No será que algo similar está ocurriendo con la economía?,¿No será que el valor económico de las cosas es algo totalmente ficticio e irreal?.
Esta ciencia, la economía (¿no se si merece este calificativo?) que debe estar al servicio de la mayoria de las personas, parece que con esta complejidad ha sido abducida y monopolizada por una élite especulativa, que pone en jaque a gobiernos y pueblos enteros. Estos "gurus" nos plantean a menudo cuestiones y medidas sorprendentes que parecen escapar a toda lógica y sobre todo, solo les benefian a ellos.
Algo parecido ocurre con la curva de moebius de la imagen. Para construir una cinta de Möbius como la de la imagen nada más sencillo que unir los extremos de una cinta, pero no formando un aro como sería lo más natural, sino efectuando una torsión, es decir, dotando a uno de los extremos de un giro de 180º de tal manera que pegamos el lado exterior de un extremo de la cinta sobre el lado exterior del otro extremo.
La cinta así obtenida presenta las siguientes particularidades:
- No tiene dos bordes, tan solo uno. Fácilmente verificable siguiendo el borde con el dedo.
- No tiene dos lados, solamente uno. Fácilmente verificable trazando una línea a bolígrafo siguiendo la única cara.
- Si se corta la cinta longitudinalmente por la mitad no se obtienen dos cintas del mismo tamaño como sería de esperar, sino ¡una sola cinta el doble de grande!
- Si se repite el proceso y se corta de nuevo la cinta resultante longitudinalmente por la mitad ¿se obtienen dos cintas iguales? ¿se obtiene una el doble de larga? pues no, se obtienen dos cintas iguales pero… ¡enlazadas!
- Una nueva cinta de Möbius, pero ahora no la cortamos por la mitad, el corte ha de ser longitudinal, como siempre, pero a un tercio del borde derecho. Se comienza a cortar y no se pierde de vista el margen derecho hasta que se llega al punto de inicio del corte. Ahora obtenemos también dos cintas entrelazadas, pero ¡una es de doble tamaño que la otra!
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